
El día 12 del mes de agosto se celebra desde el año 2000 el día Internacional de la Juventud. Esta celebración decretada el 17 de diciembre de 1999 por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 54/120, siguiendo las recomendaciones de la Conferencia Mundial de Ministros de la Juventud celebrada en Lisboa en 1998.
Ser Joven no es solo una condición física y mental determinada por una clasificación del tiempo en un rango de edad, pues la ONU afirma que son los individuos que oscilan entre los 18 y 29 años de edad; ser joven conlleva tener una visión creativa y discrepante del mundo, para poder avanzar y mejorar en nuestro día a día, pues los jóvenes somos los que mayor preocupación tenemos por las situaciones de cualquier índole.
Es curioso que en muchos casos las personas asocien la juventud con la inexperiencia, la insensatez, la falta de madurez y por último la desconfianza, nada más alejado de la realidad. Veamos pues que las palabras ayuda y Juventud no parecen tener nada en común, algo que no es del todo cierto. La raíz o principio que comparten es Iuviare que en latín servía para dar significado a la acción de ayudar, apoyar, sostener a alguien y que deriva del vocablo iuvenis, que en español actual vendría siendo joven.