Este año 2018 la ONU lo proclamó como el año de los océanos, y el día 8 de junio está dedicado a ellos debido a su gran importancia. Los océanos nos conectan a todos, unen a los pueblos y a las naciones mediante lazos culturales, y son esenciales para el intercambio de bienes y servicios en todo el mundo.
Los océanos cubren alrededor de dos tercios de la superficie de la Tierra y son el verdadero pilar de la vida. Generan la mayor parte del oxígeno que respiramos, absorben una gran cantidad de las emisiones de carbono, ofrecen comida y nutrientes, regulan el clima, y son económicamente importantes para los países que confían en el turismo, la pesca y otros recursos marinos para sus ingresos. Además, son la espina dorsal del comercio.
Desafortunadamente, la presión humana, que incluye la sobreexplotación pesquera y la pesca ilegal, desconocida o sin regular, así como las insostenibles prácticas de acuicultura, la polución marina, la destrucción del hábitat, las especies invasivas, el cambio climático, y la acidificación están causando un grave daño a los océanos y los mares. Ante este panorama, El Día Mundial de los Océanos junto con la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible proporcionan una oportunidad importante para promover un futuro sostenible y hacer frente a esas amenazas.